
 
                  La última retrospectiva de la obra de Antonio López  tuvo lugar en 1993. En las dos décadas transcurridas desde entonces, el  artista ha seguido evolucionando y ha producido algunas de sus mejores  obras maestras. El propósito de esta exposición es mostrar al público  esa producción reciente y a partir de ella reinterpretar la carrera  anterior del artista.  La primera parte de la exposición explora los grandes temas de la  creación de Antonio López en las últimas décadas, señalando a la vez la  continuidad y el contraste con la etapa anterior a 1990. Esos temas se  reducen esencialmente a tres: la ciudad, el árbol y la figura humana, en  correspondencia con tres medios artísticos fundamentales: la pintura,  el dibujo y la escultura. La segunda parte de la exposición viene a ser  una mirada retrospectiva hacia la carrera de Antonio López, presentando  su evolución desde sus orígenes hasta su primera madurez. El acento  descansa en la figura humana, que en otro tiempo dominó la pintura de  nuestro artista.       
Muchas de las obras que se reúnen en esta exposición  proceden de colecciones particulares, en su mayor parte españolas y,  entre ellas, la del propio artista con un buen número de obras inéditas,  algunas en proceso de trabajo; pero también hay préstamos destacados de  museos como el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Bellas Artes de  Bilbao, el Centre Georges Pompidou de París, el Hamburger Kunsthalle de  Hamburgo o el Museum of Fine Arts de Boston, entre otros. La muestra se  completa con la proyección en una de la salas de dos documentales  elaborados específicamente para la ocasión con imágenes del trabajo de  Antonio López más reciente, tanto en su estudio como en exteriores, así  como diversas entrevistas a personas próximas a él. 
Tras la presentación de la exposición en Madrid, podrá verse en el 
Museo de Bellas Artes de Bilbao , del 10 de octubre de 2011 al 22 de enero de 2012